Erase una gota de agua
Nació en una nube de la misma forma que el resto de sus hermanas.
La nube donde nació estaba un poco ajetreada y todas las gotas se movían muy rápido de aquí para allá, sin preocuparse de abrigarse, por lo que se enfriaron mucho y se congelaron.
La gota al congelarse se convirtió en copo de nieve y acompañada de sus hermanas cayó a la tierra cubriendo el paisaje de las montañas.
Una vez en tierra se encontraron con gente feliz que jugaba con la nieve y gente no tan feliz que no podía hacer su día a día por que la nieve le estorbaba.
La pequeña gota de agua convertida en nieve vio pasar a animales sobre ella, jabalíes, pajarikos e incluso algún que otro insecto.
La gente pronto se olvidó de la nieve, los animales se resguardaban de ella y en las ramas de los árboles la nieve empezó deshacerse haciendo resonar cada goteo en el bosque.
La pequeña gota de agua se trasformo de nuevo en agua y viajó primero por entre las ramas del bosque, raíces de plantas, piedras... y se dio cuenta de que no iva sola, eran un montón de hermanas.
En los sitios despejados sin embargo, podían coger mucha velocidad, pero de repente si algo se les ponía por delante, como muros, casas, huertas o árboles, podían llegar a llevárselos por delante.
La gota se encontró con personas de nuevo, se acordó de cuando fue nieve, ahora en cambio éstas ya no la recibían con alegría.
Las personas le echaban la culpa de romper todo cuanto estaba en su paso.
No la querían. Eso le hizo sentirse extraña. Se juntó con sus hermanas y se agruparon cada vez en mayor número. Se contaron unas a otras sus viajes y lo que habían visto.
Decidieron que ellas no debían sentirse culpables de nada ya que no podían hacer otra cosa que seguir el curso. Por otra parte decidieron que no eran malas, todos los animales y plantas las necesitaban.
Las gotas de agua se sintieron acorraladas por que de repente encontraron su camino encauzado, cerrado por hormigón. Las personas por lo visto, habían querido obligar al gran grupo de gotas a ir por un determinado carril.
En un momento dado las gotas decidieron reunirse de nuevo y cada vez eran más. Unas venían de las nieves de la montaña, como nuestra gota. Otras llegaban de unas grandes nubes de lluvia que las habían soltado en las laderas de unas montañas y otras zonas.
Había tantas que no cabían. El cauce hormigonado y las murallas que las acorralaban las obligaba a ir muy rápido, por lo que tenían mucha fuerza pero no tenían control.
La situación llegó a ser crítica y la multitud de gotas desbordó los muros, tabiques y todas las construcciones. Debido a la velocidad las gotas de agua en conjunto tenían mucha fuerza y destrozaron todo a su paso.
Algunas gotas se quedaron atrapadas el las orillas de grandes ríos y tubieron que aguantar a personas que se lamentaban por los destrozos.
La gota, la que fue copo de nieve, siguió su curso. Y llegó al mar. Allí vio que habían muchísimas gotas y les contó todo lo que había visto. Ellas a su vez le contaron que también habían vivido historias semejantes. Algunas de las gotas llevaban mucho tiempo en el mar y ellas le contaron que no debía hacer caso a las personas, por que tan pronto se lamentaban por la falta de agua, como de la abundancia. Las gotas antiguas añadieron que antes de que las personas intentaran alterar el camino del agua, ellas las gotas siempre seguían un camino y a veces se salían de el, pero de ésta lograban ir más despacio y tranquilamente.
Después de todo lo aprendido y vivido la gota de agua navegó por el mar, hasta que un día disfrutando del sol se evaporó y olvidó todo lo aprendido.
Le esperaba una nueva aventura.
enlaces que pueden interesarte:
¿Por qué NO hay que limpiar los ríos?
¿Qué es la restauración fluvial?
Nació en una nube de la misma forma que el resto de sus hermanas.

La gota al congelarse se convirtió en copo de nieve y acompañada de sus hermanas cayó a la tierra cubriendo el paisaje de las montañas.
Una vez en tierra se encontraron con gente feliz que jugaba con la nieve y gente no tan feliz que no podía hacer su día a día por que la nieve le estorbaba.
La pequeña gota de agua convertida en nieve vio pasar a animales sobre ella, jabalíes, pajarikos e incluso algún que otro insecto.

La pequeña gota de agua se trasformo de nuevo en agua y viajó primero por entre las ramas del bosque, raíces de plantas, piedras... y se dio cuenta de que no iva sola, eran un montón de hermanas.
Se juntaron y como tenían ganas de jugar aprovecharon la cuesta abajo para coger fuerza y divertirse. Se dieron cuenta que en los lugares con vegetación y rocas no podían ir tan rápido, ya que se chocaban todo el rato.
En los sitios despejados sin embargo, podían coger mucha velocidad, pero de repente si algo se les ponía por delante, como muros, casas, huertas o árboles, podían llegar a llevárselos por delante.
La gota se encontró con personas de nuevo, se acordó de cuando fue nieve, ahora en cambio éstas ya no la recibían con alegría.
Las personas le echaban la culpa de romper todo cuanto estaba en su paso.
No la querían. Eso le hizo sentirse extraña. Se juntó con sus hermanas y se agruparon cada vez en mayor número. Se contaron unas a otras sus viajes y lo que habían visto.
Decidieron que ellas no debían sentirse culpables de nada ya que no podían hacer otra cosa que seguir el curso. Por otra parte decidieron que no eran malas, todos los animales y plantas las necesitaban.
Las gotas de agua se sintieron acorraladas por que de repente encontraron su camino encauzado, cerrado por hormigón. Las personas por lo visto, habían querido obligar al gran grupo de gotas a ir por un determinado carril.
En un momento dado las gotas decidieron reunirse de nuevo y cada vez eran más. Unas venían de las nieves de la montaña, como nuestra gota. Otras llegaban de unas grandes nubes de lluvia que las habían soltado en las laderas de unas montañas y otras zonas.
Había tantas que no cabían. El cauce hormigonado y las murallas que las acorralaban las obligaba a ir muy rápido, por lo que tenían mucha fuerza pero no tenían control.
La situación llegó a ser crítica y la multitud de gotas desbordó los muros, tabiques y todas las construcciones. Debido a la velocidad las gotas de agua en conjunto tenían mucha fuerza y destrozaron todo a su paso.
Algunas gotas se quedaron atrapadas el las orillas de grandes ríos y tubieron que aguantar a personas que se lamentaban por los destrozos.

Después de todo lo aprendido y vivido la gota de agua navegó por el mar, hasta que un día disfrutando del sol se evaporó y olvidó todo lo aprendido.
Le esperaba una nueva aventura.
enlaces que pueden interesarte:
¿Qué es la restauración fluvial?
Comentarios
Publicar un comentario