No has leído mal, hay un ratón que paga alquiler y no es una noticia de estas que dan en la última parte de los noticiarios, no. Esto te lo cuento yo, que lo he visto con mis propios ojos.
En la huerta donde tenemos una caseta para los trastos, una vez recogiento cosas encontramos un saco lleno de turba para plantar y dentro estaba lleno de avellanas. En la huerta tenemos muchos avellanos y deducí que algún ratonico o parecido se habia dedicado a recogerlas para pasar el invierno. Bueno pues, esas avellanas nos las quedámos nosotros. Menuda rabia le tubo que dar al pobre bichico.
El siguiente invierno pasó lo mismo, pero ésta vez nos llevámos una sorpresa. Recogiendo trastos mi madre vió que un saco estaba lleno de avellanas. Mi madre pensó que era un saco que habriamos recogido nosotros y se nos había olvidado. La cosa es que la cantidad de avellanas era considerable, un saco del tamaño de una bolsa de supermercado llena de avellanas! Mi madre se dió cuenta de que aquellas avellanas no las habiamos recogido nosotros si no el ratón. En el fondo del saco había un montón de cuerdas, por que el saco lo habiamos puesto para guardarlas. Mi madre descubrió definitivamente que fué el ratón el que hizo el trabajo cuando vió que en cada una de las avellanas (enteras, sin roer) había unas marcas de dientes pequeñicas.
Por cierto éste saco estaba en la parte alta de una estantería.
Por supuesto esas avellanas nos las hemos quedado nosotros. Menuda rabia que le ha tenido que dar al amigo.
Y ahora en primavera he descubierto que el ratón vive en el tejado de la caseta. Lo he visto varias veces. Parece mentira que un animal tan pequeño haga semejante trabajo. Bien pues que siga haciéndolo por que mi madre ya está pensando en ponerle un cepo. Yo intentaré que no lo haga, ya por lo menos, éste ratón ya está pagando el alquiler.
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